3 problemas que entorpecen la transformación digital
La transformación digital tiene menos que ver con la tecnología y más con las personas

Una de las consecuencias de la pandemia de Covid-19 es la inclusión de las nuevas tecnologías que inicialmente fueron habilitadas para recopilar datos en otros ámbitos de la vida.
En otras palabras, la transformación digital cada día será un imperativo mayor para las organizaciones en el futuro.
Puedes adquirir cualquier tecnología, pero la
capacidad para adaptarse
a un futuro aún más digital
depende de varios factores como: el cerrar la brecha entre la oferta y la demanda de talentos y el desarrollo de habilidades digitales que permitan afianzar el potencial colectivo para el futuro.
Es por ello que en este artículo hablaremos de algunos problemas que no son resueltos simplemente con la inversión técnica en un proceso de transformación digital.
Falta de habilidades y conocimiento del capital humano
Resulta que la mayoría de nosotros terminamos en trabajos y carreras por razones fortuitas, y permanecemos en ellos durante mucho tiempo. Y rara vez nos detenemos a repensar nuestro potencial.
Aunque todo trabajo requiere aprendizaje, estamos predispuestos a la familiaridad, la rutina y la simplicidad. Razón por la cual la mayoría de nosotros, termina aprendiendo menos en el trabajo en cuanto más tiempo le dedicamos.
Esto es bueno a corto plazo, porque podemos hacer nuestro trabajo en piloto automático, liberando recursos mentales. Sin embargo, a largo plazo es contraproducente, porque lo que ganamos con la experiencia, lo perdemos en nuevas oportunidades de aprendizaje.
Una pérdida aún mayor es que podemos pasar toda nuestra vida laboral sin descubrir nuestro verdadero potencial.
Si bien es cierto, el futuro es más incierto que nunca. Pero estamos seguros de que una apuesta fuerte en el futuro es la centralidad en la capacitación y la mejora de habilidades
para que las personas estén mejor equipadas para adaptarse a los cambios.
Así como nuestros esfuerzos pasados nos han permitido adaptarnos a nuestro mundo presente más digital y virtual, hay pocas razones para sugerir que esta tendencia desaparecerá o se revertirá pronto.
En todo caso, una proporción aún mayor de trabajos, tareas, actividades y carreras encontrarán formas ingeniosas y novedosas de coexistir en el mundo digital. Por ello, todos debemos prepararnos para esa eventualidad.
Procesos que no son eficientes
La tecnología siempre trata de hacer más con menos, sin embargo, esa combinación es efectiva sólo si se combina con los procesos y las habilidades humanas adecuadas.
Así como la disrupción tecnológica generalmente ha llevado a la automatización y la eliminación de proceso obsoletos, pero también siempre ha creado nuevos puestos de trabajo.
Si bien, podemos aprovechar la adaptabilidad humana para volver a capacitar y mejorar nuestra procesos ineficientes, entonces también podemos utilizar la tecnología para este fin.
La innovación más brillante es irrelevante si no somos lo suficientemente hábiles para usarla, e incluso las mentes humanas más impresionantes se volverán menos útiles si no se unen a la tecnología.
Deficiencias en el equipo tecnológico
Gran parte del debate actual sobre los datos se centra en la IA (inteligencia artificial) o en tipos específicos de inteligencia informática, como el machine learning o el deep learning. Estos poderosos avances en IA son emocionantes, pero no los vemos como el principal diferenciador para preparar tu organización para el futuro.
Una ventaja competitiva mucho mayor que aprovechar datos valiosos, es contar con el equipo tecnológico que aporte las habilidades necesarias para traducir esos datos en conocimientos significativos y, sobre todo, poder actuar sobre esos conocimientos.
Muchos líderes empresariales operan bajo la falsa suposición de que si contratan científicos de datos inteligentes o compran herramientas de inteligencia artificial sofisticadas, sus problemas desaparecerán o de alguna manera se volverán organizaciones de alta tecnología.
La gran diferencia entre Google, Amazon, Facebook y el resto, no es el poder real de su tecnología, sino sus equipos y cultura organizacional basadas en datos.
Han aprovechado increíbles activos de datos y tienen excelentes algoritmos para interpretar y monetizar esos datos.
En definitiva, el equipo tecnológico es la alineación entre las herramientas a disposición y el talento humano capaz de analizar la información suministrada por las herramientas, e idear soluciones creativas, innovadoras y disruptivas.
Así como la transformación digital se trata más de personas que de tecnología, las habilidades tecnológicas clave son habilidades blandas en lugar de habilidades duras. Por supuesto, el mercado de contratación está de moda para los analistas de ciberseguridad, los ingenieros de software y los científicos de datos, pero existe una necesidad aún mayor de personas que puedan capacitarse en la próxima ola de habilidades relacionadas con la creatividad y optimización de procesos.
La mejor manera de hacer que tu organización esté más centrada en los datos y la transformación digital, es invertir selectivamente en la capacitación de actores que son más adaptables, curiosos y flexibles.
Dado que nadie sabe cuáles serán las habilidades duras clave en el futuro, la mejor opción es apostar por las personas que tienen más probabilidades de desarrollarlas.
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