Home office: los mejores consejos para no perder la productividad
La forma de trabajar ha cambiado para millones de personas, la nueva modalidad se llama “home office” y tal como decía Darwin, las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

Inicia temprano
Conforme pasan los años, nuestra hora laboral tiene mayor valor, pues cada día más, es en realidad un día menos. Un factor determinante para que el home office sea productivo, es iniciar temprano con nuestros días, ganarle al sol, vivir las horas que tenemos antes de comenzar la jornada de trabajo.
Y es que muchos cometen el error de despertar pocos minutos antes de encender el ordenador y aparecer conectados al sistema para iniciar sus jornadas con estrés y fastidio.
Eso es esclavizante y, peor aún, nos impide administrar una agenda, disfrutar de un delicioso desayuno, de hacer ejercicio, leer las noticias y todas esas actividades que no podíamos hacer por estar estresados en el tráfico.
Simula tu oficina
Es imposible trabajar con calidad en un lugar donde no estás explotando tus habilidades. Y es que cada quien tiene su forma de producir ideas y cumplir con sus tareas, siendo esto una ventaja del home office: podemos trabajar en el entorno que más nos agrada.
Simular tu oficina implica seguir con tu rutina, organizar el día y tener un espacio de trabajo.
- Sigue tu rutina
Si estabas acostumbrado a iniciar con un café, arreglarte y luego leer las noticias, haz lo mismo en tu casa. Hacer una rutina de trabajo te ayudará a no perder el tiempo y a mantenerte motivado.
Está comprobado que, cuando nos vestimos para triunfar, salimos a triunfar. Es decir, seguir todo el día en pijama envía un mensaje contradictorio a nuestro cerebro. Si estamos en ropa de cama, desearemos seguir en la cama; nuestra actitud será de flojera y la tendencia será a postergar actividades.
- Organiza tu día
Para que el trabajo en casa sea productivo, es necesario comenzar la mañana de forma saludable, organizar el día para conocer las actividades a realizar y hacer una lista de tareas y objetivos.
Con una lista de tareas antes de iniciar, podrás tener un control de que efectivamente estás produciendo y no te perderás en el limbo que muchos viven, porque la comodidad de sus casas les hace sentir, paradójicamente, incómodos.
- Crea tu espacio de trabajo
Un típico error en el home office, es no establecer un “área de trabajo”, ese lugar que simule nuestra oficina, con la oportunidad de seleccionarlo y adecuarlo. Es indispensable encontrar esa área y crear un ecosistema adecuado para trabajar, para así despertar nuestras destrezas y utilizarlas para cumplir las tareas del día.
Nuestro espacio de trabajo es ese santuario donde podremos crear, construir y mejorar nuestras actividades, para producir en cantidad y con calidad.
Evita las distracciones
Los distractores son el principal enemigo del home office, y es que bastan tan sólo unos segundos, para que la familia, la mascota, el ruido, entre otras cosas, roben la concentración que tenemos en el trabajo.
Pues pasa muy seguido que, sin la intención de afectarnos, alguien nos hace plática, un desconocido hace ruido en la calle o abrimos redes sociales por segundos y nos perdemos por horas en la procrastinación.
- Cierra tu sesión en redes
Una regla de oro para no perder de vista nuestras responsabilidades ante tanto distractor, es hacer una cosa a la vez. En ese sentido, la sugerencia es cerrar tu sesión en redes sociales mientras estás en tu tiempo de trabajo, así evitarás la tentación de perderte en ellas.
Ahora bien, ya establecida nuestra regla de oro, podemos dividir nuestras actividades en: prioridades, necesidades y necedades.
Seamos realistas, se nos escapan horas de productividad en redes sociales, “mensajeando” o haciendo llamadas a las amistades, lo cual la mayoría de las veces, es una necedad, porque lo podemos hacer fuera de horario laboral.
Esta regla de hacer una cosa a la vez, nos permite valorar nuestros hábitos y priorizar aquellas actividades que benefician al órgano humano más sensible: nuestras billeteras. Recordemos que tal como dice el economista Juan Diego Gómez: “La pobreza, es el cumulo de horas mal invertidas”.
- Establece reglas con tu familia
Cuando se trabaja desde casa, frecuentemente nos distrae nuestra familia. Es importante establecer reglas y señales con ellos, de que estamos trabajando. Por ejemplo, que sepan que cuando tenemos los audífonos puestos es porque estamos en videoconferencia.
Nuestra familia debe saber que hay momentos en los que toda nuestra atención debe estar en las tareas laborales y lo más difícil, establecer esa regla a nosotros mismos.
- Utiliza las tareas domésticas para cronometrar tus actividades
Otro distractor importante son las tareas domésticas, que, querámoslo o no, no pueden esperar. Una estrategia para combinar las tareas domésticas con el trabajo de oficina, es usarlas como un cronómetro.
Por ejemplo, establecer que contestarás correos lo que dure un ciclo de lavado.
Sé un buen supervisor de ti mismo
Regálate la oportunidad de trabajar con libertad, y esto no quiere decir ser irresponsable, al contrario. El home office te permite tener un trabajo más flexible, siempre y cuando seas organizado, pues seamos honestos, únicamente tú sabes lo que estás haciendo, nadie más te supervisa bajo lupa.
Por lo anterior, si cuidamos con prudencia nuestras actividades podemos darnos incluso una serie de lujos, como poner tiempos de descanso, lo cual impulsa nuestra creatividad.
Desde trabajar escuchando tu playlist favorita, hasta disfrutar de un snack mientras cumples con tus deberes, ese es el lujo del home office.
Respeta tus horarios
Inconscientemente, la mayoría de las personas van por sus vidas buscando respeto, pero muy pocas logran ganárselo. Es momento de que aprendas a respetarte a ti mismo. Lo anterior, comienza con relación al primer consejo de este artículo: el tiempo.
Puntualidad es llegar e irse a tiempo, establecer de forma responsable tu hora de “salida” o término de la jornada laboral es un imperativo, pues home office no significa trabajar 24/7.
Al final, lo más importante es tener agilidad para el cambio y la habilidad para gestionar nuestro tiempo. Usar herramientas digitales que agilicen nuestro trabajo o nos asistan en las tareas, también es una excelente alternativa, por lo que te invitamos a conocer las mejores herramientas para el home office.
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