Streaming: qué es y cómo funciona
Afortunadamente existe un amplio abanico de opciones que puede ayudarnos a que nuestra empresa alcance el público deseado. El streaming, por supuesto, es una de estas grandes opciones. ¿Te gustaría conocerla a profundidad? Aquí te contamos todo.

Y es que el streaming representa una forma de interacción sin precedentes. Independientemente de las grandes distancias, el horario o el idioma, este formato facilita una comunicación simultánea.
¿Quieres conocer más sobre el streaming como herramienta de marketing? ¿Te interesaría incorporarlo a la estrategia de tu empresa? ¡Sigue leyendo porque aquí te contamos todo lo que necesitas saber!
Qué es un streaming en vivo
Un live stream es un vídeo que se envía en modalidad online y se entrega en tiempo real a los espectadores. Esto significa que durante el intercambio de datos, no hay necesidad de que la audiencia espere a que el contenido se descargue.
Gracias a este formato, las personas se han visto en la posibilidad de mantenerse conectadas con sus marcas y celebridades favoritas. Los resultados son evidentes.
Un vídeo de Facebook Live, por ejemplo, recibe 10 veces
más interacciones que uno grabado.
Este formato de vídeo en vivo empezó a popularizarse de manera reciente gracias a Facebook. Sin embargo, no fue la red de Zuckerberg de donde partió esta tendencia. Plataformas como Meerkaat, YouTube y Periscope apostaron por ella primero.
La razón de su ascenso y posterior incorporación a redes tan importantes como Facebook o Instagram es simple: es una herramienta al alcance de todo el mundo. Si bien, el número de espectadores puede variar, el streaming agiliza considerablemente la comunicación.
Hoy día, las marcas han comenzado a sacar el
mayor provecho de esta herramienta. A través de ella, se permite mostrar el lado más humano de su empresa. De tal forma que consiguen generar confianza y transmiten el deseo de conocer más sobre ella.
Cuáles son los diferentes tipos de streaming
Cuando pensamos en el streaming y sus diferentes clasificaciones, nos remitimos al modo en que se consume el contenido. Pero no, esto tiene que ver con el tiempo y la comodidad de las plataformas.
Así pues, podemos clasificar al streaming en dos categorías: el ‘streaming en directo’ y el ‘streaming bajo demanda'.
El primero de estos tipos es el más común, con el que nos encontramos en redes sociales. Por ejemplo, Facebook Live o IG Live, el ‘streaming en directo’ se caracteriza por visualizarse al mismo tiempo en que se transmite.
Es decir, que el usuario no tiene la opción de escoger el momento en que se verá el contenido. Al contrario de lo que se piensa, el streaming en directo beneficia mayormente a la persona o marca que transmite. Suele tener motivaciones de mercadeo o de engagement.
Por su parte, el ‘streaming bajo demanda' no se orienta hacia la promoción. Y es que
su contenido suele ser un producto por sí mismo. Tal es el caso de plataformas populares como Netflix, Disney+, HBO Max, YouTube Premium, FilminLatino, Casa CANÍBAL, etc.
Esta opción, además, se caracteriza por resultar sumamente cómoda, pues posibilita el entretenimiento diverso y actualizado desde la comodidad de casa. Como resultado de la pandemia por COVID-19, estos servicios han recibido un impulso destacable en el último año.
Qué ventajas tiene el streaming
Ya que hemos hablado sobre qué es el streaming y con qué tipos nos podemos encontrar, hace falta enfatizar sus ventajas. Particularmente, el ‘streaming en directo' plantea innumerables posibilidades y beneficios para el mundo del marketing actual.
En primer lugar, resulta ideal para la humanización de una marca. La inmediatez y cercanía que provee el streaming, posibilita la creación de vínculos con la clientela. Al poder observar e involucrarse, el usuario se siente protagonista ante la marca.
Además, debido a que el streaming permite una convivencia directa con la audiencia,
es muy útil como instrumento de investigación. Las empresas pueden actuar en torno a las opiniones emitidas y trabajar continuamente por la satisfacción de cualquier necesidad.
De la mano con lo anterior, el streaming en directo también permite la generación de contenido de larga duración. Esto implica que, tras la finalización del directo, éste puede usarse como publicación independiente o como base para generar nuevo contenido.
Finalmente, la mayor de las ventajas prácticas, es que el streaming requiere muy pocos recursos. Gracias a las cámaras súper desarrolladas de los smartphones, es posible transmitir un vídeo de buena calidad al alcance de la mayoría de las personas.
Todo esto sin mencionar que tampoco es necesario realizar trabajos de post-producción. Detalle de suma relevancia, pues la edición posterior siempre precisa de una gran cantidad de tiempo y equipo.
La tecnología avanza a pasos agigantados y, afortunadamente, continúa dando grandes oportunidades a las personas interesadas en hacer marketing. El streaming, en particular, es una herramienta que continuará dando de qué hablar.
Con esto en mente, sólo queda informarnos a fondo sobre las particularidades, ventajas y actualizaciones de este instrumento digital. De tal forma, conseguiremos convertir nuestra audiencia de una clientela potencial a una clientela fiel.
¿Qué opinas? ¿Crees que el streaming pueda ayudarle a tu negocio a alcanzar el público que necesita? ¡No te quedes de brazos cruzados y aprovecha las grandes ventajas que esta herramienta tiene para ti!
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