Empaques de sellado en frío y caliente: ¿cuáles son las diferencias?
Los métodos de sellado en frío y sellado en caliente proporcionan diferentes beneficios en su aplicación a empaques flexibles. En este artículo te presentamos algunas de sus características más destacables.

La industria actual está sobresaturada de opciones de material base para elaborar empaques y etiquetas funcionales. Seleccionar el más indicado para nuestro producto dependerá de cuál sea nuestro objetivo y, por supuesto, la filosofía de nuestra empresa.
Sin embargo, cuando ya estamos hablando de empaques flexibles las prioridades se depositan en otro lado: el método de sellado. Y es que según aquel que escojamos podremos disfrutar de diferentes ventajas durante la cadena de suministros.
¿Habías escuchado antes sobre el sellado de empaques en frío y en caliente? ¿Te gustaría saber cuáles son las diferencias entre uno y otro? A continuación, nos encargamos de resolver todas tus dudas.
Características del empaque de sellado en caliente
Si has estado al tanto de las últimas tendencias de la industria, habrás notado que los empaques flexibles han ganado popularidad. Y no es para menos. Tanto sus materiales de composición como los métodos de sellado favorecen una vida de producto más larga.
Este tipo de empaques
están elaborados a partir de una amplia diversidad de sustratos. Los principales son: el polietileno, polipropileno, poliéster, resinas de barrera al oxígeno, PVC, PET, aluminio, papel, etc; los cuales facilitan el proceso de conservación.
Sin embargo, lo que enserio determina la duración de vida útil de los productos (mayormente, alimentos) es la forma de sellado. Ésta puede clasificarse, bien en sellado en caliente; o bien, sellado en frío, según las necesidades del producto.
Particularmente, el sellado en caliente o termosellado es la opción favorita cuando se requiere un sello de alta seguridad. Sin mencionar que representa el método de sellado más utilizado en sectores como: el alimentario, cosmético, electrónico o farmacéutico.
En cuanto a su composición, el empaque sellado consta de una película multicapa. Ésta, a su vez, se divide en tres: capa exterior, capa central y capa interior. Tal tecnología de empaque garantiza una protección de larga duración y alta calidad.

Aunado a su resistencia, el sellado de empaques flexibles en caliente también posibilita precios más económicos. Y es que este método no requiere ningún proceso o material especial. Un ejemplo de esto serían los adhesivos sensibles a la presión.
En comparación con las películas de sellado en frío, el sellado en caliente ofrece una mayor diversidad de características de rendimiento. Esto se debe a que, paralelamente, también ofrece una gama más amplia de laminaciones.
Su característica más destacable es que sus propiedades de barrera son mejores para aislar el oxígeno. A la par, también están diseñados para mantener la luz y otros elementos de ambiente fuera del contacto con su producto.
A partir del termosellado también puede crearse un sello especializado, a prueba de manipulaciones no contempladas.
Características del empaque de sellado en frío
Por supuesto, el empaque de sellado en frío también cuenta con ventajas que vale la pena mencionar. Comenzando por el hecho de que
es el preferido para productos sensibles al cambio de temperatura: chocolate, artículos de confitería y helados, y empaques médicos.
En el área de sustentabilidad, también es una excelente opción. Y es que su aplicación implica un uso de 30% menos de plástico que su contraparte de sellado en caliente. Además, es compatible con los empaques de cartón y pulpa de celulosa más comunes.
Este método de sellado también es ideal cuando se trata de ahorrar costes. Y es que supone un ahorro de aproximadamente 200% en inversión de maquinaria y moldes. Lo cual se debe, precisamente, a que prescinde del uso de estos últimos.
¿Y cuál es el secreto detrás de todos estos beneficios? En parte, que el proceso de sellado en frío es más simple que el sellado en caliente. Sólo requiere aplicación de presión y se compone de dos películas: una al revés con el diseño, y otra con la barrera de protección
Todo lo anterior se suma a que esta tecnología de sellado aplicado a recipientes facilita el resellado de las tapas. Esto propicia que
el alimento se mantenga fresco por más tiempo y, por ende, que se desperdicie menos producto.
Otra característica a destacar es la de los adhesivos. Los adhesivos de sellado en frío tienen la particularidad de que se sellan a sí mismos. Es decir, cuando un sustrato revestido con adhesivo de sellado entra en contacto con otro, se unen gracias a la presión.

Esta cualidad de “autosellado” garantiza que el proceso se complete de manera más ágil y rápida. A ello también contribuye que las líneas de producción no deben esperar a calentarse, como en el caso del termosellado.
Como resultado, y en comparación con este último, el proceso de sellado en frío se completa diez veces más rápido.
La industria de las etiquetas se ha sometido a un
cambio continuo con la llegada de nuevas y más avanzadas tecnologías. En particular, los métodos de sellado posibilitan un aprovechamiento amplio de recursos en pro de la sustentabilidad y nuestra economía.
Por supuesto, para sacar el máximo provecho de estos métodos es necesario hacer una selección inteligente. Asegúrate de conocer las cualidades de tu producto antes de decantarte por una u otra opción.
¿Qué te parece? ¿Piensas que estos métodos de sellado pueden ser de ayuda para tu empresa? Ponte manos a la obra y descubre los beneficios del sellado en caliente y frío.
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