¿Por qué no ha desaparecido el texto impreso?
A pesar de la popularidad del texto electrónico, el texto impreso sigue teniendo un papel privilegiado en nuestras vidas. En este artículo, te contamos un poco más acerca del texto físico y cuáles son sus ventajas frente al formato digital.

De los escribas a Gutenberg
Tal y como se vive actualmente, los formatos de texto han sufrido varias revoluciones a lo largo de los siglos. Los primeros indicios nos llevan al 4000 a.C., a la Mesopotamia Meridional de la escritura cuneiforme y las tablillas de arcilla.
Posterior a ello, hubo de desarrollarse un largo proceso evolutivo que involucró numerosas épocas y civilizaciones. Por mencionar algunos ejemplos: los rollos de papiro egipcios, los pergaminos de Grecia o las tablillas de cera romanas.
Sin embargo, la imprenta de textos móviles daría inicio hasta 1298, en China, con una técnica de impresión de mesas giratorias. Sería hasta 1455 cuando el orfebre alemán Johannes Gutenberg daría a conocer el primer libro impreso con la máquina perfeccionada.
El papel en la Era del Renacimiento
Con la invención del papel y la llegada de la imprenta, los textos impresos supieron hacerse su espacio en el Renacimiento. El desarrollo cultural, a través de las manifestaciones artísticas, dependió de los textos impresos para conseguir su difusión.
La copia de imágenes, por ejemplo, fue uno de los muchos beneficios que trajo el papel como material de imprenta. Quienes más se beneficiaron fueron los artistas y arquitectos que aprovechaban esta ventaja para recopilar numerosas ilustraciones y planos.
Así mismo,
las colecciones de estampas
permitieron el desarrollo de nuevos estilos artísticos que eventualmente sucederían al Renacimiento.
La importancia de los documentos impresos
Actualmente, y desde que existen los textos electrónicos, prevalece el debate de por qué aún son necesarios los textos tradicionales. Después de todo, hoy más que nunca buscamos defender todo aquello que alivie la deuda que tenemos con el medioambiente.
Sin embargo, parece que una gran parte de la población es consciente de las muchas
ventajas de los textos impresos. Y aspectos superficiales como la perdurabilidad, su carácter coleccionable y ¿por qué no? su diseño interno-externo parecen determinantes.
Lo anterior, sin mencionar que se ha comprobado la eficiencia del formato físico en el aspecto pedagógico. Actualmente, los estudiantes parecen disfrutar de mayor comprensión y cognición para los contenidos a través de materiales impresos que electrónicos.
El vínculo con el texto impreso
Como hemos venido anticipando, es innegable que existe una conexión profunda entre las personas y sus libros. Es decir, que independientemente de las cuestiones de practicidad, huella ecológica o accesibilidad, seguimos sintiendo un gran aprecio por nuestros libros.
Este aprecio parece estar directamente relacionado con las circunstancias bajo las que se obtienen los libros. Dígase un libro heredado o regalado, o por los mensajes escritos a pulso, un libro puede significar mucho para cualquier persona.
Aunado a este apego emocional, los lectores mantienen ciertas creencias en torno al formato impreso. Por ejemplo, tienden a pensar que hay información útil sólo disponible offline, y que los textos electrónicos son poco atractivos.
La era digital
En la década de 1970, los únicos libros digitales que existían eran reproducciones digitales de libros físicos. Esto se hacía con la finalidad exclusiva de archivar dichas obras, de tal forma que el paso de tiempo no repercutiera en el contenido original.
Fue ya iniciado el siglo XXI, cuandolos libros electrónicos fueron considerados para la publicación formal. Así, en el 2000 fue publicado el primer e-book: “Riding the Bullet” del autor Stephen King, que en un solo día habría de vender más de 400 mil copias.
Histórico sería también el año 2007, cuando Amazon decidiera lanzar "Kindle", el primer lector de los libros electrónicos.
Lo efímero de los soportes digitales (que aseguran durabilidad)
Si bien, se reconoce una perdurabilidad indefinida del formato electrónico, en la puesta en práctica este soporte resulta cuestionable. Mientras que un libro físico se guarda y propicia que se vuelva a él de vez en cuando, el libro electrónico parece ser mucho más efímero.
Esto es, que apenas se termina o se utiliza su contenido, parece desproveérsele de todo el valor inicial. Sin mencionar el hecho que la retención de información tiende a dificultarse en los e-books debido a la diversidad de distractores.
Por otra parte, con el paso del tiempo, se han creado diversos soportes, que aseguran el resguardo de la información, tales como el diskette, el CD-ROOM, el VHS, entre otros; sin embargo, la historia ha comprobado que, dichos soportes, tienen una vida limitada.
Muchos de los soportes digitales que prometían perdurabilidad, hoy en día, son cosa del pasado y sólo se puede acceder a la información resguardada en ellos, si se cuenta con un dispositivo especial, antiguo.
Desde inicios de siglo, la revolución digital amenazaba con desprestigiar la posición de los libros físicos. Sin embargo, contra todo pronóstico, el formato impreso sigue representando la elección predilecta de los lectores.
Aún es incierto decir si llegará el momento donde el texto digital reemplace totalmente a los textos impresos. Lo que tenemos claro, es que pasará un tiempo antes de que las impresiones pierdan su estatus privilegiado.
Comparte
Blog para Negocios

