Neurociencia y diseño: ¿qué hay detrás del neuropackaging?
¿Estás a punto de lanzar tu producto al mercado pero no sabes ni por dónde empezar en cuestión de diseño de empaques? El neuropackaging es una herramienta que puede ayudarte a resolver innumerables dudas. Aquí te contamos todo sobre él.

Qué es el neuropackaging
Generalmente las personas relacionan los estudios de marketing con la mera realización de encuestas y otras investigaciones de mercado. El concepto de
neuropackaging, por tanto, tiende a ser ignorado o relegado de la generación de estrategias.
Conocer este concepto derivado del neuromarketing es esencial para el diseño de empaques y etiquetas de productos. Después de todo, no podemos lanzar un artículo a la venta sin poner en práctica estrategias que aseguren su éxito.
¿Desconoces el concepto de neuropackaging? ¿Te interesa conocer más sobre él y conseguir empaques que inviten a las personas a comprar? Enseguida te presentamos todo lo que necesitas conocer para ponerte manos a la obra.
Definición de neuropackaging
Antes de desarrollar el concepto de neuropackaging es necesario conocer otro término:
el neuromarketing. Y es que el neuromarketing, a grandes rasgos, implica la aplicación de la neurociencia al campo del marketing.
En este sentido,
el neuromarketing busca comprender comportamientos humanos encaminados a la percepción de las marcas. Fundamentalmente, estudia qué áreas del cerebro responden a ciertos estímulos que pueden incorporarse a recursos mercadológicos.
Así pues, en el neuropackaging interviene la extracción de conocimientos propios del neuromarketing, aplicados al diseño de
empaques y
etiquetas. Esto es útil en medida que marca una pauta para el tipo de texturas, formas y colores que deben emplearse.
Con esto dicho, es fácil reconocer cómo el neuropackaging se alinea a los lineamientos del marketing actual: el neuropackaging pone como prioridad al cliente. Caso contrario a lo que ocurría con el marketing tradicional, que siempre prioriza el producto.
El neuropackaging propone a la composición externa del producto como el canal que transmite o comunica la identidad de una marca. Con base en esto, consigue destacar dicho producto entre la competencia y establecer un vínculo emocional inmediato con la clientela.
En otros términos,
el neuropackaging es el responsable de que nos sintamos más o menos atraídos por cierto producto.
Uno que pueda provocarnos emoción, intriga, o bien, causarnos gracia.

Puntos clave para entender el neuropackaging
Jürgen Klaric, reconocido como uno de los expertos en marketing más influyentes del mundo, enumera algunos puntos clave. Específicamente, 10 puntos que pueden ayudarnos a comprender mejor qué implica el neuropackaging.
- Los ojos son todo: la vista es el primer sentido que influye en nuestra decisión de compra. Tiene que gustarnos visualmente un producto antes de siquiera concebir gastar nuestro dinero en él.
- Sencillo es mejor: el cerebro prioriza siempre las formas básicas, puesto que le resultan más cómodas. Por naturaleza, rechaza todo aquello que resulte confuso para él.
- Daño reversible: las conexiones neurológicas emocionales se activan cuando el producto contiene un elemento con daño reversible.
- Imágenes incompletas: el cerebro tiende a mejorar una imagen por medio de los recuerdos. Cuando incluimos imágenes incompletas, permitimos que nuestros clientes las perfeccionen al momento.
- Formas orgánicas: el cerebro recibe mejor formas que asemejan la naturaleza. Por esta razón, las líneas curvas y formas redondeadas son muy recomendables.
- Tangibilidad: en una era donde lo digital predomina, el tacto puede ser un medio para impulsar reacciones positivas.
- Dispersión de elementos: las tendencias del cerebro pueden variar en medida del individuo. Por ejemplo, el cerebro de las mujeres tiende a preferir la diversidad de elementos; el de los hombres percibe mejor la simpleza.
- El cerebro como registro: pese a que no solemos notarlo, nuestro cerebro registra cada código y lo interpreta a través de metáforas visuales.
- Apertura a lo nuevo: en general, el cerebro reacciona de manera positiva ante imágenes que desconoce. Despiertan el interés.
- Buen humor: un empaque que sepa utilizar el buen humor a su favor siempre será agradecido por el cerebro de las personas.
Neuropackaging en el diseño de empaques y etiqueta
En la práctica,
el neuropackaging tiene todo que ver con los
materiales y diseños que selecciona. En todo caso, lo primero que interviene en nuestra decisión de compra es la vista. Sólo al interesarnos al primer vistazo habrá apertura a un interés genuino.
Con relación a esto, existen algunos parámetros que pueden ayudarnos a realizar diseños eficientes. Uno de ellos se relaciona al uso de las formas. Y es que entre más sencillas y familiares resulten más probable será que el producto tenga éxito.
Como comentamos antes, algo que puedes utilizar a tu favor es la predilección del cerebro por las formas orgánicas. Si tienes que escoger, selecciona formas curvas y suaves que no generan disonancia en un posible comprador o compradora.
Otra cosa que puedes hacer es apelar al misterio en tu empaque. Es decir, que aunque no se recomienda ser muy crípticos en el diseño, sí podemos esconder levemente de qué va el contenido. Esto incitará al suspenso e invitará al comprador a acercarse e indagar.
Ahora, también hace falta pensar en el tipo de material que utilizarás. Si bien la textura es importante al momento de evocar sentidos,
contempla la resistencia o posible reutilización.
Piensa que un envase bonito puede instar a las personas a comprarlo.
Desde luego, vale la pena echar un vistazo a la teoría del color. Partir de la psicología para aprovechar al máximo las sensaciones que producen los colores te será de gran utilidad.

En primera instancia, el neuropackaging puede parecernos un concepto demasiado complejo y fuera del alcance de las empresas medianas. Lo cierto es que, pese a que sí requiere cierto rigor investigativo, vale la pena invertir un poco en esta herramienta.
Conocer de antemano la forma cómo funciona el cerebro de nuestra futura clientela es la forma más responsable de hacer marketing. Pues nos comprometemos con una estrategia que resulta satisfactoria de ver y de sentir para las personas.
¿Qué te parece? ¿Piensas que tus empaques pueden producir una respuesta positiva en las personas?
¡Atrévete a intentar algo nuevo! No esperes más y asegúrate de incorporar el neuropackaging en tu estrategia de diseño.
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