Las ventajas del uso de celulosa en la impresión 3D
La impresión 3D representa el futuro, no sólo para la industria gráfica, sino para todo sector que precise de impresiones resistentes. En este artículo te contamos cómo la celulosa puede ayudarte a completar este proceso de manera económica y eficiente.

Con el paso de los siglos, el desarrollo de la tecnología ha permitido logros en el pasado inimaginables.
La impresión 3D, en particular, constituye un avance que hace relativamente poco tiempo apenas podíamos encontrar en la ciencia ficción.
Actualmente, este tipo de impresión es una realidad afortunada que llegó para proveernos de innumerables beneficios y que cada día nos sorprende con las
nuevas tendencias.
Desde una caída importante de costos hasta la reducción de contaminantes para el medioambiente, la impresión 3D parece llegar para quedarse.
¿Te gustaría conocer más acerca de este proceso y sus implicaciones a futuro? A continuación te contamos todo sobre la impresión 3D y cómo puedes sacarle provecho como negocio.
Qué es un empaque inteligente
Hay muchos aspectos que determinan qué son los
empaques inteligentes. El primero de ellos tiene que ver con su contraposición a los empaques tradicionales: los empaques inteligentes no priorizan
la imagen e impacto en el cliente, aunque tampoco los descuidan.
La función principal de este tipo de empaques
tiene que ver con la protección del contenido y su garantía de calidad. Esto es imprescindible en el caso de alimentos, bebidas, productos farmacéuticos y artículos para el hogar, por mencionar algunos.
Aunado a esta protección y la correcta transportación de los productos, este packaging posibilita una extensión de vigencia. Esto, ya que está fabricado para preservar las propiedades del contenido e impedir el efecto nocivo de factores externos.
Así dicho, el empaque inteligente tiene la capacidad de reaccionar, por ejemplo, a condiciones ambientales diversas. Si el producto entra en contacto con aire o altas temperaturas, el material responde y se adapta para proteger el contenido.
Otra característica a resaltar sobre este packaging es que comunica a la persona las condiciones en que se encuentra el producto. Un ejemplo de esto se da en el etiquetado de algunas botellas de vino: si la temperatura desciende, la etiqueta informa los grados ideales.
La impresión con celulosa
Hasta ahora,
la materia prima indispensable para la impresión 3D han sido los polímeros. Éstos se componen de materiales sintéticos, aprovechados, a modo de tinta para la composición de objetos en tres dimensiones. Todo a partir de modelos en computadora.
Por supuesto, este proceso cuenta con una serie de desventajas que vale la pena mencionar. Principalmente, la considerable cantidad de energía que debe emplearse. La utilidad de los polímeros, pues, depende del calor que se les imprima.
En los últimos años, la celulosa ha aparecido como una opción viable para la impresión 3D de la industria 4.0. Sin embargo, esto no implica que sea un material novedoso. Al contrario, durante siglos hemos utilizado este material para la elaboración de papel.
Este producto renovable, ilimitado y biodegradable tiene como materia prima la madera. y antes había intentado utilizarse para la impresión 3D. Sin embargo, estas pruebas habían resultado fallidas debido a que el calor del proceso descompone la celulosa.
Más recientemente,
se recurrió al trabajo con acetona para reducir el hidrógeno en el material. Dicha reducción consiguió disminuir el riesgo de descomposición debido al calor. Como resultado, se posibilita incluso la impresión de objetos conductores de electricidad.

Las ventajas del uso de celulosa en la impresión 3D
La primera ventaja a mencionar tiene que ver con los costes. Y es que, contrario a lo ocurrido con el material predecesor, la celulosa orgánica ahorra gastos tanto en producción como abastecimiento.
Esto se debe a que los polímeros previamente empleados se derivan del petróleo y, por tanto, resultan más costosos. Lo anterior, aunado a la cantidad de energía empleada para calentar dichos polímeros, daba como resultado costos exorbitantes.
Esto no ocurre en el caso de la celulosa orgánica. En palabras de Sebastian Pattinson, ingeniero del MIT, la celulosa es “el polímero orgánico más abundante en el mundo”. Por esta razón, el abastecimiento de materia implicaría costes menores.
A la par de esto,
la celulosa es también un material biorrevendible, biodegradable y con alta versatilidad química. Todo esto la posibilita para convertirse en un componente central para productos de todos los sectores.
Por si fuera poco, los productos impresos a partir de la celulosa son considerablemente más resistentes a sus contrapartes en petróleo. Sin mencionar que poseen cualidades anti microbios que vuelven a la celulosa una excelente opción para material quirúrgico.

El advenimiento de la nueva revolución industrial ha traído consigo avances tecnológicos que nunca hubiéramos esperado. La celulosa como materia prima para la impresión digital constituye uno de ellos y es de suma importancia que sepamos aprovecharlo.
Conocer sus beneficios y reconocer las formas en que podemos emplear esta nueva técnica contribuye a la transformación, progreso y eficiencia. Porque cuando el resto del mundo decida tomar este paso hacia el futuro, nosotros no podemos quedarnos atrás.
¿Qué opinas? ¿Te parece que la celulosa es la solución para la impresión de objetos tridimensionales?
¿Te gustaría ver esta realidad hecha costumbre? ¡Continúa informándote al respecto y prepárate para la llegada de esta nueva forma de impresión!
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