La importancia de la etiqueta o ¿cómo vestir tu producto?
¿Cómo es que la impresión de etiquetas es tan importante? Bueno, digamos que la calidad de un producto no puede hablar por sí misma si el cliente no se atreve a probarla desde un inicio. Aprende sobre la importancia de las etiquetas, el vestido de los productos.

Siempre se nos enseñó que no es bueno juzgar un libro por su portada, pero la realidad es otra. Es bien sabido que cuando vamos de compras, la presentación es prácticamente el filtro principal para elegir nuestros productos.
Es a través de la primera impresión que los posibles clientes forman su juicio sobre nuestra marca y muchas veces este es el momento en el que se deciden a probarlo o no. Aunque es difícil pensar que todo el trabajo detrás de la calidad de un producto se reduce a su apariencia, es un hecho que
las etiquetas son un factor fundamental para cualquier marca.
El invertir en un buen
diseño e impresión de etiquetas es básico para destacarse en el mercado, pues el diseño ideal puede lograr más ventas que cualquier campaña de marketing.
Una buena etiqueta logra que la calidad de un producto se vea representada desde el exterior. Pero entonces, ¿cómo es que la etiqueta tiene tanto valor? Y aún más importante:
¿Por qué debería invertir tanto esfuerzo en su impresión si la calidad del producto es lo más importante?
En este artículo responderemos a esas preguntas y otras más, así que quédate y lee más sobre la importancia de las etiquetas en la venta del producto y el posicionamiento de tu marca.
La etiqueta y la percepción de calidad
La calidad de un producto es lo primero en lo que nos enfocamos como empresa, sin embargo, esta no puede ser comprobada sino hasta después de la compra. Entonces, ¿cómo hacemos que el cliente nos elija?
La respuesta es simple: concentrando nuestro esfuerzo en resaltar de entre la competencia como un producto que irradie calidad. Y para lograr esto, es importante conocer el funcionamiento del proceso de selección del cliente.
Cuando nuestro cerebro se ve en la necesidad de elegir la mejor opción cuando estamos de compras, no puede entrar en un análisis muy detallado. Esto es porque usualmente salimos con la misión de comprar más de un objeto, por lo que en un solo viaje al supermercado o centro comercial tomamos una gran cantidad de decisiones.
Entonces, nuestra mente toma atajos para escoger la mejor decisión de la manera más eficiente. Es bien sabido que
lo que determina la compra es la percepción de calidad del cliente, sobre la calidad real de nuestro producto.
No estamos hablando de reducir la calidad del producto, simplemente de representarla en su imagen. Trabajar en cómo los clientes potenciales perciben la calidad del producto es tan importante como cumplir un alto estándar de calidad. El primero para conseguir clientes y el segundo para conservarlos.

La etiqueta y el impulso de compra
El impulso de compra se determina por la manera en la que un producto sobresale de entre los demás.
La manera en la que presentamos nuestros productos al público y los “vestimos” para los posibles clientes son elementos que determinan su atractivo entre otros que comparten sus características.
Cuando se trata de diseñar la imagen de tu producto, el ejercicio de estilo debe ser aplicable a los objetivos de la etiqueta. Partiendo de la misión general de posicionar a la marca en el mercado, llegamos a los conceptos que se desean asociar a la misma en la mente del cliente.
La etiqueta como herramienta de comunicación tiene una mayor capacidad de conversión que cualquier campaña de marketing, dependiendo del provecho que se le dé a su potencial una marca puede tener un gran éxito consolidándose en el mercado o acabar en la ruina.

Objetivos de la etiqueta
Los tres objetivos que el vestido de nuestro producto debe cumplir son: informar, atraer y vender. En otras palabras, el primer trabajo de la etiqueta es saltar a la vista de un posible cliente, aun estando entre productos con características similares e incluso un precio más bajo.
Después de despertar la atención de un posible comprador, esta debe contener suficiente información para que sepa los beneficios del producto. Son estas dos tareas las que finalmente impulsan la compra, razón por la que las etiquetas son tan valiosas para una marca.
Con esta doble tarea de proveer información sobre las características del producto y transmitir la identidad de la marca sobre las demás propuestas, la impresión de etiquetas tiene una importancia que no debe ser pasada por alto.
La etiqueta es el principio de la experiencia del cliente con la marca, una invitación a probar un producto desconocido y la promesa de volverse su nuevo favorito. Detrás de cada etiqueta en el mercado está una maquinaria que trabaja para ofrecer soluciones a las personas.
Cuando se trata de imágen, ningún detalle pasa desapercibido, desde el color y la fuente de su texto hasta la elección en sus ilustraciones, las etiquetas son en muchas ocasiones el primer contacto que el público tiene con tu marca.
No cabe duda de que para diseñar una etiqueta que esté acorde con los ideales de la empresa es necesario invertir tiempo y planificación en la impresión de etiquetas y así cumplir sus objetivos.
Lo primordial es apegarse a la imagen de la marca y a los intereses de nuestro público meta, de allí en más es un
desafío a la originalidad para crear una etiqueta que demuestra una identidad auténtica, fresca y atractiva.
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